Las tecnologías de automatización en el periodismo.
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Las tecnologías de automatización permitirán a los periodistas hacer un trabajo más interesante de maneras más poderosas.
A medida que la tecnología automatiza las tareas rutinarias más tediosas que las personas tienen que hacer en sus trabajos actuales, también los liberará para realizar trabajos más interesantes en otros campos además de la atención médica. Uno de ellos es el periodismo.
Los programas de inteligencia artificial, o IA, ya están escribiendo noticias, pero tienden a ser el tipo de historias que son bastante aburridas para los periodistas. Un vívido ejemplo de esto proviene de The Washington Post, propiedad del fundador de Amazon Jeff Bezos y que lidera la carga hacia la automatización de ciertos aspectos del periodismo. En las elecciones estadounidenses de 2016, el periódico utilizó un programa de IA llamado Heliograf para cubrir cerca de 500 carreras locales.
¿Cómo funcionó? Heliograf tomó una plantilla de historia electoral local escrita por algunos periodistas humanos y luego llenó los espacios en blanco con datos que un editor humano le proporcionó. Por ejemplo, si un candidato demócrata ganó una determinada carrera en el Congreso, Heliograf insertará automáticamente ciertos párrafos en la plantilla de la historia: un párrafo sobre la biografía del candidato o sobre cómo su victoria afectaría el equilibrio de poder en el Congreso.
Eso puede no parecer muy emocionante, y ese es precisamente el punto. Programas como Heliograf permitirán a las compañías de medios transmitir el periodismo más mundano a las computadoras y dejar que los periodistas se concentren en los aspectos más interesantes de su profesión. Hay historias largas para perseguir, entrevistas en profundidad para conducir y artículos analíticos para escribir. Esas son tareas que la IA está muy lejos de poder realizar, por lo que los humanos aún serán necesarios para realizarlas en el futuro previsible.
Finalmente, los sistemas de IA pronto comenzarán a aumentar los poderes de investigación de los periodistas. Por ejemplo, ¿recuerdas los documentos de Panamá de 2015? Fue la mayor fuga de datos en la historia, que consta de 11.5 millones de documentos que detallaron las transacciones financieras poco fiables de las empresas y personas más ricas del mundo.
Son demasiados documentos para que los periodistas puedan examinarlos, por lo que el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) creó una base de datos con un motor de búsqueda que les permitió encontrar las agujas proverbiales en el pajar. Por ejemplo, podrían escribir el nombre de una persona en particular y encontrar todas sus transacciones. Ahora, el ICIJ está trabajando en un sistema impulsado por IA que les permitiría rastrear conexiones entre individuos y organizaciones. Se espera que el sistema esté operativo en algún momento en 2019.