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7 mayo, 2020
La comunicación es la única solución.
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Las relaciones cambian a medida que la alegría de enamorarse se desvanece; la comunicación es la única solución.
Es posible que hayas notado que siempre hay algún nuevo experto o libro que dice saber el secreto del matrimonio duradero. Sin embargo, muchas parejas todavía luchan por mantener su amor a flote después del período de luna de miel, cuando la euforia de enamorarse comienza a disminuir. Te hace preguntarte cómo nos afecta estar enamorados, ¿no?
Bueno, estar enamorados nos hace ver el mundo a través de lentes de color rosa. Así es como funciona:
La primera fase de atracción, lo que hace que las relaciones comiencen, está marcada por lo que se llama el fenómeno de los enamorados. Es la parte obsesiva e instintiva del amor lo más cercano a nuestro instinto animal para reproducir y perpetuar la especie. Esta fase inicial nubla nuestro juicio.
Y también ha sido estudiado de cerca. Por ejemplo, la psicóloga Dorothy Tennov realizó un análisis en profundidad del fenómeno de los enamorados y, después de estudiar a cientos de parejas, descubrió que la esperanza de vida promedio de la mayoría de las relaciones centradas en el romance era de solo dos años.
Esto se debe a que una vez que el éxtasis de enamorarse desaparece, la realidad comienza a establecerse. Para sobrevivir a esta difícil transición, es esencial que cada pareja cree una atmósfera emocional que les permita superar las diferencias y satisfacer las necesidades emocionales de los demás.
¿Pero cómo?
El primer paso para cultivar un clima de amor real en un matrimonio que está avanzando más allá de sus etapas iniciales es la comunicación efectiva. Porque los humanos tienen necesidades emocionales que la corta experiencia de enamoramiento no puede satisfacer. Entonces, a medida que este sentimiento se desvanece, es esencial que las parejas trabajen en la comunicación emocional que pueda mantener su relación a largo plazo.
No solo eso, sino que el verdadero amor es una elección que significa adoptar una actitud diferente y una nueva forma de pensar. Se trata de definir tus expectativas para el matrimonio, y cómo las compartes y las recibes de tu pareja.
