El verdadero desafío de ejecutar objetivos estratégicos.
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Lograr que las personas cambien es el verdadero desafío de ejecutar objetivos estratégicos.
El cambio es bueno, especialmente desde el punto de vista empresarial. ¿Por qué? Bueno, míralo de esta manera: si no siempre estás mejorando, estás creando una oportunidad para que tu competencia se precipite. Prevenir eso es un gran desafío. Y he aquí por qué:
Aunque hay un número infinito de posibles estrategias de crecimiento, solo hay dos formas de ejecutar esas estrategias: con el golpe de un bolígrafo o cambiando el comportamiento humano.
Por supuesto, las acciones de golpe de la pluma son fáciles para los ejecutivos. Todo lo que tienen que hacer es firmar un documento y luego alguien se encargará del resto.
Pero estas son normalmente acciones de solución rápida. El cambio duradero, por otro lado, requiere que las personas alteren su comportamiento. Ahí es donde la mayoría de los ejecutivos se quedan cortos, y no es sorprendente. Cualquiera que haya dejado de fumar o que haya seguido una dieta estará de acuerdo: el cambio es difícil. Y estos ejemplos solo implican cambiarte a ti mismo. Cambiar a otros es aún más difícil.
Después de todo, es posible que tus empleados no entiendan el objetivo de la empresa o no tengan una idea clara de cómo cambiar su comportamiento ayudará a lograr ese objetivo. Alternativamente, puede que simplemente no les importe.
A primera vista, puede parecer que hay soluciones fáciles a estos problemas. Simplemente puedes entregar descripciones detalladas de los objetivos de la empresa, ser preciso sobre las responsabilidades de cada miembro del equipo y despedir a cualquiera que no le importe. Pero el corazón del problema es mucho más complejo.
Todos estos problemas y decisiones se llaman torbellinos, un término que los autores usan para describir las tareas diarias que toman su tiempo y agotan su energía creativa. El torbellino es el mayor enemigo del cambio. Imagina que pasas una hora persuadiendo a alguien para que haga ciertos cambios; mientras tanto, están ocupados pensando en las diez cosas urgentes que deben ser atendidas lo antes posible.
Aunque es difícil, puedes lograr objetivos estratégicos importantes a pesar del torbellino. Dominar las cuatro disciplinas de ejecución lo hace más fácil. Y te los explicaremos en las próximas páginas.