La Ilustración.
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La Ilustración, que comenzó en la Europa del siglo XVIII, está en el corazón del cosmopolitismo moderno de hoy.
Si estás familiarizado con la historia europea, probablemente hayas oído hablar del período conocido como la Ilustración. A veces referido como la “era de la razón”, fue un momento histórico decisivo. De hecho, influyó profundamente en el desarrollo futuro de la sociedad occidental.
La Ilustración comenzó en la primera mitad del siglo XVIII y ofreció un antídoto vigorizante a la ignorancia desenfrenada, el terror y la paranoia que la sociedad había estado esclavizada anteriormente.
Antes de la Ilustración, los hechizos de mal tiempo fueron atribuidos a brujas o dioses enojados que moran en el cielo; los océanos y los bosques eran el dominio de las bestias malvadas; y decenas de personas fueron torturadas y asesinadas en nombre de la religión. Ya era hora de un cambio. Y así, cuatro temas principales de la Ilustración comenzaron a tomar forma: razón, ciencia, humanismo y progreso.
La razón significa que hay cosas en el mundo que no son negociables, que no importa lo que diga tu supuesto texto sagrado o líder autoritario, solo la razón puede dictar el último derecho. Un buen ejemplo es la esclavitud. Antes de la era de la razón, la esclavitud era vista como un hecho de la vida, pero a medida que se extendían los valores de la Ilustración, la razón sacudió los cimientos de esta práctica bárbara y eventualmente ayudó a derribarla.
Con el énfasis en la ciencia, las personas comenzaron a valorar el conocimiento, especialmente en lo que respecta a ciertos rasgos humanos universales. Las primeras versiones de la neurociencia, la psicología y la antropología cultural abrieron la puerta al humanismo, que ofrecía una forma secular para que las personas se entiendan y se respeten mutuamente. Antes de este período, el fervor religioso había sido responsable del baño de sangre de las Cruzadas, y el humanismo ofreció una base moral para reconocer que el genocidio y las conquistas asesinas no eran aceptables.
El humanismo también condujo a lo que se conoce como cosmopolitismo, que se puede ver en los valores modernos de hoy. El cosmopolitismo es un rechazo del tribalismo y la estrechez mental que enfrenta a un grupo contra todos los demás. Mira a todos como niños del mundo y reconoce que el hecho de que alguien haya nacido en un país diferente no significa que sean menos merecedores de los mismos derechos.