Los humanos aterrizaron por primera vez en la Luna en la década de 1960.
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Los humanos aterrizaron por primera vez en la Luna en la década de 1960, pero ahora hay un renovado interés en regresar.
Dos eventos pusieron a los Estados Unidos muy por detrás de la Unión Soviética en la carrera hacia el espacio exterior: el primero fue en 1957, cuando los soviéticos lanzaron el Sputnik, el primer satélite hecho por el hombre. Luego, en 1961, para deleite de la Unión Soviética y la frustración de los Estados Unidos, Yuri Gagarin se convirtió en el primer humano en orbitar la Tierra.
En este punto bajo, Estados Unidos se decidió a ser el primero en poner un humano en la Luna.
Este sueño finalmente se hizo realidad en julio de 1969, cuando la misión Apolo 11 de la NASA llevó a Neil Armstrong y Buzz Aldrin a salvo a la Luna y de regreso. Este evento legendario fue posible gracias al Saturno V, el mayor cohete de su tiempo. El inventor del cohete no fue otro que Wernher von Braun, quien fue traído de Alemania para trabajar en los Estados Unidos al final de la Segunda Guerra Mundial.
El alunizaje fue un acto difícil de seguir y el interés por los cohetes y los viajes espaciales se redujo en la década de 1970. Con la pobreza infectando a los Estados Unidos y la tragedia de la Guerra de Vietnam en desarrollo, el gasto de grandes cantidades de dinero en proyectos de la NASA no parecía importante.
Mucho ha cambiado desde entonces, y hoy la Luna vuelve a ser un tema candente. Gran parte de esta atención se debe a empresarios multimillonarios que financian sus propios sueños de exploración espacial.
Blue Origin, la empresa del fundador de Amazon, Jeff Bezos, ya ha creado un sistema de cohetes llamado New Shepard. El sistema no fue diseñado para alcanzar velocidades lo suficientemente rápidas como para llegar a la Luna y regresar, pero tiene el potencial de hacer del turismo espacial un negocio nuevo y práctico.
Bezos tiene un objetivo a largo plazo para ir más allá del turismo y colonizar la Luna. En 2017, anunció su intención de establecer un sistema de entrega para llevar suministros y materiales de construcción de la Tierra a la Luna, un gran primer paso para que sea una opción de vida viable para los terrícolas.
Pero, como veremos en la próxima página, hay más de unos pocos obstáculos que superar antes de que la Luna se convierta en nuestro segundo hogar.