Las leyes de privacidad y los métodos de anonimización.
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Las leyes de privacidad y los métodos de anonimización actuales son ineficaces e ineficientes cuando se aplican a Big Data.
Es difícil pasar una cantidad de tiempo en línea en estos días sin que se presente un acuerdo de usuario prolongado en algún momento. Pero, sé honesto, ¿realmente los leíste antes de aceptar los términos?
Las leyes de privacidad actuales requieren que seamos informados sobre qué información se recopila y para qué propósito, y que luego otorguemos nuestro consentimiento, por lo que somos bombardeados con tales solicitudes. Si la empresa quiere compartir los datos que recopila, utiliza el anonimato, la eliminación de cualquier información personal para preservar la privacidad de las personas, antes de publicar los datos.
Aunque estos métodos han funcionado hasta cierto punto, la aceleración en la recopilación y el uso de datos ha significado que se están volviendo rápidamente obsoletos.
En primer lugar, las leyes de privacidad impiden a las empresas realizar usos secundarios de los datos. Imagina que tu empresa ha recopilado datos de usuarios y luego descubre un uso nuevo y valioso para ellos. Según el sistema actual, tu empresa necesitaría obtener la aprobación de cada usuario antes de adoptar los datos para este nuevo propósito. Si bien la intención de la legislación es sensata, su aplicación en un mundo de big data puede dificultar en gran medida los beneficios que podrían obtenerse.
En segundo lugar, los mayores detalles de big data permiten que los usuarios se vuelvan a identificar a partir de datos anónimos, lo que potencialmente revela información confidencial en el proceso. Por ejemplo, en 2006, AOL lanzó una montaña de términos de búsqueda antiguos y anónimos con la esperanza de que los investigadores pudieran encontrar ideas interesantes a partir de los datos. En cuestión de días, el New York Times había identificado con éxito a uno de los usuarios como Thelma Arnold, una viuda de 62 años de Lilburn, Georgia.
Las herramientas actuales, ya sean legales o técnicas, ya están demostrando ser ineficaces y, a medida que avanzamos en el camino de los grandes datos, pueden volverse obsoletas. Se deben considerar alternativas más adecuadas.